Da igual como Comienza todo. Simplemente Comenzó y eso es lo que Importa
Día en familia
-Toc- toc. Despierta
hermanita.
-Déjame
dormir Alex. –Ya estaba el pesado de mi
hermano pequeño levantado y con ganas de irse.
-Ale hop! –Chilla mientras se tira encima.
-Jaja vale, vale ya me levanto. Pero antes tengo una cosa que hacer
–dije riéndome.
Así que
lo cogí y empecé a hacerle cosquillas y a besarlo. Me encantaba oírle reírse
con esa risita de niño pequeño que tiene.
Hoy es sábado, un
precioso sábado y lleno de sorpresas, lo presentía desde buena mañana. Es el
cumple de nuestro padre, Izan, y nos íbamos los 4 a comer al monte.
-Buenos días
hijos, ¿Preparados para celebrar el cumple de vuestro padre?
-¡Sí!-
decimos mi hermano y yo a la vez.
-Lo primero es
coger vuestros desayunos y el de papá, y llevarlos a la mesa antes de que baje
de la habitación.
Entre los tres ponemos el desayuno
en la mesa, pero esta vez teníamos de todo para desayunar, ya que nuestra madre
se había levantado una hora antes para preparar todo. Cuando terminamos de felicitarle
y desayunar, nos vestimos, cogimos nuestras mochilas para la excursión y nos subimos en el coche.
-Bueno hijos, vamos
por este camino y luego buscamos donde comer. No os olvidéis de las mochilas que
luego no volveremos al coche.
Empezamos a caminar por un sendero, admirando las vistas.
Como no podía faltar había cogido mi cámara nueva, tuve que ahorrar mucho para
conseguir la canon EOS 60Da. Pero por tener una cámara así mereció la pena
ahorrar. Me dedicaba la mayor parte de la mañana a admirar el paisaje a través
de la cámara. No era una experta en fotografía, aun que actualmente estaba haciendo
un cursillo y por lo que veía después de hacer las fotos, por ahora me estaba sirviendo. Adoraba aquel paisaje el cual
se abría a un nuevo día.
Una comida especial.
-Mamá, ya es hora
de comer, Alex y yo tenemos hambre.- dije intentando poner cara de pena.
-Esta bien hija,
volvamos un poco para atrás al bar que hemos visto. –recogimos todo del césped
donde nos habíamos sentado y nos fuimos.
Comimos entre risas y bromas, y además la comida estaba
riquísima. Mi hermano y yo no solemos discutir como muchas amigas mías con sus
hermanos pequeños, y eso era lo que más me gustaba de nosotros dos, y espero que
siga así aunque se haga mas mayor. Pero reconozco que tenemos nuestras rabietas,
pero no nos duran ni 5 minutos.
-Lucia cariño,
déjalos que se pidan el helado que quieren. –Mi padre siempre ha sido así, lo
que quieran sus hijos si puede nos lo da-. Hoy es un día especial.
-Pues por eso que es
especial, deberías coger algo que no fuera helado, como una tarta.
Después de estar un rato así y aguantando las miradas
asesinas de mi madre, nos decantamos por una tarta de limón. Antes de que
viniera el camarero nuestra madre se fue al baño, pero luego me di cuenta que
en realidad se giraba para la cocina del
bar. A los pocos minutos la luz del bar se fue apagando y una canción, que
escuchamos mucho en casa, suena de fondo. Nos giramos y vimos a mi madre
caminar con un camarero que llevaba una tarta y ella una cajita. Se montó un escándalo
en el bar mientras todos cantábamos el cumpleaños feliz, cada uno a su forma.
-Feliz aniversario
y feliz cumpleaños mi amor. Hoy aparte de tu cumpleaños, hacemos 25 años de
casados y no podía dejarlo pasar. Te mereces lo mejor, y nunca me cansare de
darte las gracias por pasar cada año del resto de nuestra vida juntos.
Nuestros padres
siempre se habían querido mucho y no se
cortaban en demostrar su amor. Mi hermano y yo no le quitamos la vista de
encima mientras oímos la dulce voz de nuestra madre.
Cuando acaban de decirse todo lo que se quieren y se besan, el camarero deja en la mesa la tarta. Después de
varias fotos y soplar las velas el camarero se lleva la tarta para cortarla
mientras mi madre le entrega la caja misteriosa. Una vez abierta, la deja en la mesa y empieza a mirar a mi madre y a reírse, y como soy tan cotilla, le pego un vistazo.
-Mira Alex,
nuestros padres se van de concierto-dije riéndome- asique ¡esa noche toca pedirnos
pizza!
En la caja también
había una pulsera, una nota y una foto de ellos, pero no me dio
tiempo a leer la nota. Aunque solo me faltó echarle un vistazo a las miraditas de mis padres mientras la leen.
Noche de chicas
Terminamos de comer después de que todos aplaudieran y nos hicimos varias fotos juntos y como no, a mi padre con sus regalos. A pesar de la felicidad de nuestro padre por esa sorpresa, mi hermano era el que más contento estaba, le encantaba que saliéramos los 4 juntos a comer, cenar o a hacer cualquier actividad. Solo tiene 11 años, pero es uno de los más maduros ya que por suerte o desgracia, como dice él, tiene una hermana mayor que le explica las cosas de la vida. Cuando volvíamos a casa, mis padres dejaron a mi hermano en casa de nuestros tíos. Asique decidí dejarlos solos e irme a casa de mi amiga Marta a dormir. Mi mallorquina como le digo yo.
Nahiara : Hola princesa, cuando leas este mensaje me avisas. ¿Te apetece una noche de pelis y cotilleos? ¡Te Quiero!
Mientras esperaba la respuesta me puse a escribir en mi portátil la historia que estaba haciendo desde hacía varios días. A los 20 minutos me llego un whassapp.
Marta : Claro, tráete la peli que quieras, yo pongo las palomitas y algún cotilleo, vente cuando quieras, un besito.
-Papá , mamá, hoy no duermo en casa me voy a casa de Marta, que paséis buena noche y seáis buenos- dije mirándolos y riéndome - os quiero.
Cogí el coche y fui a casa de Marta, esa persona que piensas que la distancia no puede crear una amistad, pero después de un año hablando todos los días, la vida nos junto en la misma ciudad y ahora no podemos estar una semana sin vernos.
La noche comenzó con una cena hecha por mi mallorquina, la verdad es que cocinaba muy bien, durante la cena ya nos pusimos al día sobre todo lo que habíamos hecho en esa semana. Nos pusimos una película y después continuamos con el cotilleo ya que todavía era pronto y no teníamos sueño.
-No se Marta, Jaume me marea. Un día estamos súper bien, esta cariñoso y en cambio otros días tengo que ir detrás de él para que hable o ni habla. Y así no hay quien se aclare, ya me pregunto si me gustaba alguien y eso y le dije que sí, y me pregunto cuando daría el paso de decírselo a esa persona y no se si sabe que esa persona es él. Le dije que hasta que no lo viera claro no, pero cada vez me lo pone más difícil, ya que no se si decírselo y ver que pasa o callarme porque sé que él no siente lo mismo y se acabó la amistad. –suspiré.
-Pequeña ya sabes como son los tíos, y en especial él, ya le conoces desde hace mucho y has visto cómo se comporta con las tías. Sabes que él siempre ha ido a su rollo, igual que Javier. Si no lo ves claro, creo que será mejor que le digas la famosa frase de chúpame un pie y te des media vuelta y te vayas.-Dijo la última frase riéndose.
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